El
tema de madrugar pues para nosotros no es problema, lo que nos hace aprovechar
más el día. Sobre las 6,30 h. ya estábamos desayunados, lavados y peinados, con
lo que nos fuimos a descubrir los encantos de esta localidad, que ayer, por
tema de cansancio, pues no hicimos.
Junto
a una abandonada gasolinera está el Vega
Motel, original de 1.917, un histórico motel que está intacto desde entonces.
No
muy lejos está Magnolia Gas
Station, de 1.924, una preciosa gasolinera de piedra, que hoy es
un mini-museo.
A
poca distancia está el punto central de todo esta maravillosa locura de viaje;
ese punto donde llevas tantos kilómetros recorridos como los que te quedan por
recorrer,…. Un cartel, a un
lado, y una línea blanca pintada sobre el asfalto lo ratifican.
Nosotros quisimos hacerle un pequeño
homenaje a una reciente amiga que se había quedado en Badajoz, en su local
motero de copas, con mucha “envidia de la mala”.
Justo en este punto intermedio hay un
café, abierto en 1.928 a raíz del auge que había cogido la carretera. El lema
del restaurante es: "si estás aquí, estás a mitad de camino".
Y después de las fotos de rigor, pues pasamos a otro estado. Ahora nos
toca el de Nuevo México, el más pobre del país, y eso se nota en los precios y
en la forma de vida. Pasamos por su arco
de entrada y nos disponemos a hacer kilómetros, ya que aquí las distancias son
muy grandes entre las localidades.
TUCUMCARI es un pueblo impresionante por sus
edificaciones, y desde siempre ha sido parada obligada. La Ruta
66 atraviesa el centro de la localidad, a cuyos lados hay moteles,
restaurantes y gasolineras, edificios casi todos de 1.930 y 1.940. Es
imprescindible recorrer lentamente esta calle, en ambos sentidos, para
percatarse de todos.
De nuevo en carretera, la siguiente parada la vemos de lejos antes de llegar a la población de SANTA ROSA, ya que tiene un coche amarillo sobre una plataforma elevada. Es el Route 66 Auto Museum, un museo privado que cuenta con una treintena de coches clásicos. Entramos un poco a ver que era y, la verdad, es que salimos encantados con los coches que allí estaban expuestos.
Al salir de Santa Rosa, se pueden tomar 2 opciones: acercarse a ver
Santa Fé, o tirar por carretera original hacia Albuquerque. Nosotros tomamos la
primera opción y nos gustó la elección. SANTA FÉ es la capital del estado y los edificios de su
centro histórico simulan estar hechos de adobe, lo que da una imagen muy
próxima a como tuvo que ser esta ciudad en sus orígenes
De camino a Albuquerque coincidimos con Festival Albuquerque International Balloon Fiesta, la mayor concentracion del mundo de globos aeroestaticos. Es un espectaculo realmente impresionante ver tantos globos a la vez en el cielo.
ALBUQUERQUE es una ciudad muy agobiante para conducir por
ella, por lo que, una vez visto el percal, pues decidimos seguir nuestro camino
sin pisarla. Nos aventuramos a visitar
el poblado de los indios Acoma, que se asentaba en lo alto de una
cima. Todo es muy turístico, y como nos querían sacar dinero por todo, y como
el tour sólo era en inglés, pues nos entreteníamos en ir haciendo fotos, que no
estaban permitidas si no pagabas, y en comentar tonterías nuestras. Uno de los
indios nos comentó, al decirle que no hablábamos inglés, que “el tampoco lo
hablaba, que él hablaba idioma americano”, es decir, el indígena. Qué
curioso.!!
Los trenes de mercancías a partir de aquí te acompañaran muchas veces, ya sea a tu lado en la carretera o al cruzar los pasos a nivel. Realmente son kilométricos, ya que tienen más de 100 vagones y muchos varias locomotoras. Están bien para romper un poco la monotonía del paisaje.
La información que aparece en este Blog la puedes encontrar, de manera mas extensa: direcciones,datos GPS, etc., en la guia que tenemos a la ventaen:
